
-El que no arriesga no gana- dijiste.
-El que arriesga puede morir por amor- te dije y comprendiste que no iba a ser yo el que cubra tu cuerpo en noches de frio, el que te regale rosas sin espinas, el que aparte de ser sexo sea amigo, el que derroche amor en cada esquina.
-¿Tanto te cuesta dar besos a una sola? Te juro que amor nuna te va a faltar.
-De amor eso no importa, lo que importa es variedad.
-Es mejor ser presa de un hombre y no el polvo insipido y oscuro del más feroz- dijiste y comprendí que no ibas a ser vos la que comparta mis besos con cualquiera, la que pise fuerte el acelerador, la que quiera hacerlo de muchas maneras, la que sepa bien fingir cuando no halla amor. Pero hoy les cuento señores que me asombra lo mucho que puede cambiar una mujer. Ahora ella es la que se esconde entre las sombras y yo estoy aqui, loco por volverla a ver. Tendré que tomar el toro por las astas, en verdad no tengo tiempo que perder. Esta vida no me tira buenas cartas, pero en otra vida espero volverla a ver.
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